Antes de nada, quiero explicar que el título del post está sacado en origen del de una canción de un grupo llamado Atsphear. Ya que son marileños y no los conoce ni Cristo, pues voy a hacerles un poco de publicidad (aunque teniendo en cuenta la cantidad de personas que pasan por aquí, que ya ha ascendido a un número de... tres, creo, pues no les va a servir de mucho). Lo importante es que a mí me gustan y como lo que yo digo va a misa, ya estáis tardando todos en escucharles.
En cuanto al post... Pues va dedicado a algo que ha tomado gran importancia en mi vida, sobretodo en esta última semana.
A ti, que me has traído de cabeza desde que este año conocí la universidad. Que has hecho que te aborrezca hasta casi llorar de desesperación, que me has causado mometos de furia y temor, pero también de alegría y tranquilidad. Porque cada vez que tengo una oportunidad de utilizarte, lo hago. Porque pareces capaz de darle sentido a la más mínima cosa, pero también de quitárselo en un momento.
Porque, aunque hasta ahora no hubiera reparado en ti de la manera en que lo he hecho ahora (quizá porque hasta ahora nunca me habías dado estas dificultades), en este momento haces que piense en ti casi a cada instante. Sabes que te odio y que no me has dado más que problemas. Todo tipo de problemas. Pero, ciertamente, no puedo vivir sin ti. Día a día, cuento contigo para que me ayudes a resolver los obstáculos que se me ponen por delante.
Por eso, este post va dedidado a ti, maldita matemática y al examen que tengo mañana ¬¬U
Sabes que eres uno de los motores de mi mente, pero uno de los frenos de mi corazón
EDITADO: ¡El pedazo de 6 que he sacado! Vale que no es una nota muy alta y que las hay mucho mejores, pero... ¡he aprobado mateeeeeeeeeeeeee!
